¿Qué relación mantienen juego y muerte? Con esta pregunta en mente y trabajando exclusivamente con actrices no profesionales, la compañía Ça marche inicia una trilogía que desarrollará en los próximos años
Sinopsis
Con el nombre de cantus gestualis se conocían durante la Edad Media aquellas composiciones literarias pensadas para ser cantadas o recitadas en voz alta y que narraban hechos y gestas protagonizadas por los reyes y los héroes del momento, pero también los martirios de los santos. De este modo, la audiencia que escuchaba los relatos de dolor y sufrimiento de estas personas notables tenía la posibilidad de relativizar sus propios dolores y miserias y así soportarlos mejor. A partir de este concepto, la compañía Ça Marche nos dibuja un relato que gira alrededor de la relación entre el teatro y la muerte y de cómo estos dos espacios se integran en nuestra cotidianidad. Lo hace trabajando con dos mujeres no profesionales de más de setenta y cinco años, quienes, en la estela de las últimas creaciones de Ça Marche, conducirán íntegramente este espectáculo. Asumiendo el mismo papel de los antiguos de otros tiempos, estas intérpretes se cuestionarán qué es cantus y qué es gestualis en nuestro día a día. Intentarán descubrir, además, cuáles son los espacios apartados y escondidos de nuestra existencia que mantenemos como individuos.
Es la propuesta más reciente de una compañía que ha visitado con anterioridad, aunque de manera virtual, el Grec Festival de Barcelona (From Story to Tale; Grec 2020) y que ha trabajado ya con personas mayores no profesionales y con niñas y niñas. Encabezada por Nico Jongen y Laura Viñals e integrada también por Carmen Triñanes, Aurora Bauzà, Mariona Signes y Marc Salicrú, Ça Marche ha creado la llamada Trilogía del hijo, formada por los montajes Ça va, Ta gueule y Silence, y más recientemente Los figurantes, todos ellos proyectos con los cuales reflexionan sobre el marco de la infancia y la forma en qué lo leemos.
Su último montaje llega al Grec como ganador del premio Adrià Gual que concede el Institut del Teatre para ofrecer apoyo e impulsar la producción y exhibición de proyectos de escenificación profesionales, de calidad y marcados por la creatividad. Además de una ayuda económica para la producción, el espectáculo ganador se programa dentro del Grec Festival de Barcelona del año siguiente.
