Yllana posee ese rollo clown tan característico, jugando a caballo entre la gamberrada y la ternura, con el que te sorprenden saltando de un gag negrísimo, rozando lo delirante, a otro, acto seguido, con el que te estrujan el corazón de emoción; pero lo bueno de ellos no es solo eso, sino que arriesgan llevándolo a terrenos en los que habitualmente parecería que su teatro no pudiera encajar, como en The Opera Locos, donde fusionan su particular sentido de la comedia con la ópera. ¿Quién nos iba a decir que íbamos a carcajearnos con situaciones contadas a golpe de aria? Pues Yllana lo logra exprimiendo y retorciendo las melodías y las letras de los grandes títulos líricos, presentándonos unos personajes […]