Que un viernes por la tarde, después de una semana plagada de madrugones más tempraneros que el sol, yo me siente en la butaca de un teatro y nada me haga perder la atención de lo que está ocurriendo en el escenario ni tenga un pestañeo más largo que otro es casi un milagro. Pues ahí estuve yo, en el patio de butacas del Teatro Español buscando una explicación al rompecabezas teatral que ha montado Lautaro Perotti en “Cronología de las bestias”. El montaje entra de lleno en la historia, sin anestesia para el espectador, sin pomadas que vayan aliviando para hacer más fácil el camino. ¡Racatacá! De golpe y sin saber por dónde te viene. Es comprensible el desconcierto […]