Anhelo y delicadeza son los conceptos que me evoca Todas las noches de un día, un deseado montaje proyectado desde hace tiempo por el poético dramaturgo Alberto Conejero y el director Luis Luque, productor de belleza escénica. Todas las noches de un día está contada desde Samuel, un jardinero (“hay que amar la espera para ser jardinero”) que cuida el jardín de una enigmática mujer, Silvia, que ha desaparecido (“Cuánto tiempo tiene que pasar para que quien se haya ido desaparezca?”). Samuel y Silvia, dos personajes tomados por su pasado y envueltos por una promesa. Desde el principio, se respira extrañeza y ensoñación hacia los dos. Ella, interpretada por Ana Torrent, transita con sutileza entre vitalidad e intensidad, con ecos […]