Hay quién puede pensar que ir a ver una obra de un autor poco conocido es un riesgo. Quizás es verdad. Pero, sea como sea, no hay ninguna duda que también será una experiencia enriquecedora. Lo mejor de Fam oculta es descubrir el universo narrativo del poeta y dramaturgo holandés Peer Wittenbols, muy reconocido en su país pero casi inédito en nuestros escenarios. La historia trata sobre la relación entre tres personajes (un matrimonio y un viejo amigo) que luchan por no sucumbir a la desafección de la edad madura, sus necesidades, miedos y desapasionamiento. La Compañía Ignífuga resuelve con cierta gracia las peculiares trampas poéticas que Wittenbols plantea y, con soluciones clásicas, consigue mantener el ritmo casi los 80 minutos que dura el espectáculo. Además, teniendo en cuenta que se ha optado por dos actores y una actriz muy jóvenes (y, por cierto, muy solventes), la cuestión tiene bastante mérito. No obstante, se echa de menos algo más de riesgo por parte del director, una visión más personal del texto y más contundencia en su tramo final. En cualquier caso, el espectáculo tiene suficientes puntos a favor, de los cuales merece una mención especial la maravillosa (e inquietante) voz en off en directo de Gal Soler.
¡Enlace copiado!