Baró d’evel vuelve a buscar la luz en la oscuridad. Vuelve a creer y pensar los espectáculos como elemento transformador de un mundo en ruinas. Pero ¿lo conseguirá? ¿Se impondrá su mensaje siempre esperanzador? Blaï Mateu explica que quieren seguir siendo optimistas, pero que el mundo «lo pone cada vez más difícil». Avanza que la nueva creación será compleja en el sentido de que habrá una mezcla de «dos cosas que en principio no se pueden mezclar entre ellas: la tierra y el plástico».
A escala planetaria ya vemos un poco lo que puede ocurrir si se mezclan: un desastre que para algunos nos aboca a la desaparición. Pero, ¿ya pequeña escala? ¿Y en una creación? ¿Y en el Teatre Grec? Lo veremos en breve durante tres días de julio (25, 26 y 27). Blaï Mateu y Camille Decourtye nos proponen en su nuevo y ambicioso proyecto diluir dos elementos muy simbólicos del momento que vive la humanidad en este momento: la pureza de la tierra, cada vez más escasa, y los desechos, cada vez más abundantes.
En este insólito cruce seguro que descubriremos impresionantes imágenes y nuevas sensaciones y experiencias, como todas las que crea la compañía en sus montajes. ¿Por qué no? (2000), Petit cirque au marché (2005), Ï (2006) —el espectáculo en solitario de Blaï Mateu sobre los exiliados—, Le sort du dedans (2009) —primer espectáculo en carpa y con animales— y Mazùt, estrenado en 2012. Siguieron otras joyas escénicas como Bestias (2015), el primer díptico Là, sur la falaise, y el más reciente Yal·lah (2023).
En todas las creaciones, Baró d’evel ha cautivado por su intimidad y fragilidad, por la creación de universos y por unas preguntas que nos desnudan. ¿Qué buscamos exactamente?, se preguntaban en Mazùt. O ¿Quieres que no hagamos nada?, se interrogaban en Là, sur la falaise. Ahora tiran otras preguntas: ¿Quiénes somos? ¿Cómo seguir a partir de ahora? Si en Là, sur la falaise el mundo se estaba destruyendo, ahora ya nos encontramos en el derrumbe total. Y en esa espiral, ¿qué se puede hacer? ¿Cómo puede avanzar el grupo? ¿Tiene sentido seguir haciendo creaciones en este contexto? ¿Qué queremos hacer y qué podemos hacer? A este Qui som? seguirá un espectáculo en solitario titulado Qui soc? y una tercera parte que también llevará un título en catalán, On som?, y que será una instalación plástica de barro cocido.
Los espectáculos de Baró d’evel son un torrente de emociones humanas y de expresividad. Una compañía que maravilla en todo lo que hace y que seguro que en esta nueva creación nos lleva a mundos interiores desconocidos hasta ahora. Blaï Mateu responde a nuestras preguntas mientras regresa una pieza de cerámica, un arte que le atrae desde que se marchó de Cataluña a finales de los años 90 y que trabajó especialmente durante los años de la pandemia de la Covid-19. En la primera parte del tríptico, la cerámica estará muy presente en escena a través de los ceramistas Sébastien de Groot y Benjamin Porcedda.
Este es el proyecto con más personas de los realizados hasta ahora por Baró d’evel desde la creación de la compañía hace casi 25 años. En la gira irán 21 personas, 12 de ellas artistas. Algunos son habituales de la compañía y los hemos visto en otros proyectos: Noëmi Bouissou, Martí Soler, Julian Sicard o Guillermo Weickert. Otros son de nueva incorporación: Chen-Wei Lee, una bailarina que ha pasado por el ballet Gaga, Maria Caroline Vieira, procedente de la prestigiosa compañía Peeping Tom, o Miguel Fiol, de una compañía, Mal Pelo, muy vinculada con Baró de evel desde sus inicios. También están Lucia Bocanegra, Yolanda Sey, Dimitri Jourde y, evidentemente, Blaï Mateu y Camille Decourtye.
El nuevo grupo es una amalgama de nacionalidades, lenguas y lenguajes artísticos. De hecho, en el espectáculo está previsto que se hable catalán, castellano, francés, portugués y mandarín. Juntos han convivido y realizado cinco residencias. Han realizado una expedición de Payasos sin Fronteras en Líbano, un viaje a Benin y fueron a recoger uva en una vendimia organizada en La Cave Coopérative, en Lavelanet-de-Comminges, muy cerca de la sede de la compañía, en Francia.
La nueva creación pretende que sea una experiencia para el espectador y, por eso, el espectáculo empezará ya en la entrada del teatro. Barón de evel seguro que volverá a sorprendernos. Como explica Blaï Mateu, la “intención es encontrar los colores, preguntarnos cómo seguimos y construir un nuevo mundo”.
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