Ya hace siete años que la compañía José y sus Hermanas irrumpió con fuerza en el panorama teatral catalán con la pieza Los bancos regalan sandwicheras y chorizos, un antídoto fresco y revolucionario de memoria antifranquista. Más tarde, estrenaron Arma de construcción masiva, una crítica directa al sistema educativo, resacoso de una Transición poco modélica y, en 2020, pusieron el foco en el turismo masivo y la Marca España. Para Gemma Polo, miembro de la compañía, ésta fue la primera trilogía de creaciones, centrada en la memoria histórica. Con Concurso de malos talentos (2022) iniciaban la segunda trilogía que, sin renunciar a la crítica irónica y la autoficción, indaga en el oficio del intérprete y su papel en la sociedad. Si en la última pieza mostraban desde la euforia el rendimiento y querer ser el máximo, ahora se desnudan y recogen para hablarnos desde un punto de vista más íntimo. Morir lo hace todo el mundo es la nueva obra que estrenarán en el Festival Grec y que se podrá ver en el Teatre Lliure de Gràcia entre el 26 de junio y el 7 de julio.
Las piezas de José y sus Hermanas responden a los malestares que les surgen de la conversación en colectivo, con la voluntad de remover conciencias y despertar el espíritu crítico. Polo explica que en la obra, en esta ocasión, se preguntan «qué nos pasa entre cuándo nos van las cosas muy bien y cuándo nos vuelven a ir bien». Insiste en que es la compañía quien habla, no la obra. Como ya nos tienen acostumbrados, en escena están los miembros de José y sus Hermanas y «los personajes se llaman como los intérpretes», recuerda Marta Díez, también miembro de la compañía. Polo dice que siempre conocemos las historias de “y fueron felices y comieron perdices, pero ¿qué pasa cuando no es así?”. Para investigar al respecto, exprimen más que nunca la autoficción y utilizan la mentira como punto de partida para abrirse por completo. ¿Su historia como compañía es de éxito o de fracaso? A pesar de haberse hecho un hueco en el panorama escénico, les cuesta quitarse de encima las etiquetas “joven” o “emergente” que a menudo no quieren decir nada.
Sobre el escenario, la apuesta de la compañía sigue siendo la multidisciplinariedad. “No hacemos circo”, advierten, pero en su forma de trabajar “siempre aparece la proyección o la imagen, la música, las canciones, el trabajo sonoro y el trabajo lumínico, como si fueran materiales tangentes, no como un simple soporte de la escena”. Sin embargo, en comparación con otras producciones, la puesta en escena será “más austera”, por el recogimiento que pide la pieza y también por la necesidad de un decrecimiento de las escenografías, que permita creaciones más sostenibles y más fáciles de girar.
Mientras preparan el estreno del Grec, lideran el proyecto Escena Pilot del Teatre Lliure, trabajan con varios centros de secundaria en una pieza titulada Pànic escènic. Tras convivir con la adolescencia, afinarán la recta final de la creación. ¿Éxito o fracaso? ¿Verdad o mentira? José y sus Hermanas promete hacernos estallar el cerebro reabriendo heridas desde lo tan íntimamente personal que, a menudo, es lo más universal y político.
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