Bangkok es un thriller político que trata de entender aspectos de la situación que estamos viviendo, bebiendo de la sátira política, la comedia y el drama. En palabras de Ramón Simó –director del Festival Grec–, el autor y director Antonio Morcillo ha hecho «un muy buen texto, fantástico, que vale la pena ver» y que acoge La Villarroel en el marco del festival barcelonés, con la interpretación de los actores Carlos Álvaro-Nóvoa y Dafnis Balduz.
Un hombre (Álvaro-Nóvoa) llega a un aeropuerto con un billete en Bangkok que compró por internet: encuentra las instalaciones vacías, no operativas, y no hay aviones ni pasajeros, sólo un guardia de seguridad (Balduz).
Morcillo explica que la idea surgió de ver «esta cantidad de aeropuertos y otros equipamientos vacíos, que generan muchos gastos durante mucho tiempo y no se hace nada para detenerlos. Me parecía muy teatral». La obra transcurre en un aeropuerto de España, que «aunque todos le debe venir a la cabeza uno que empieza por C, no es ningún lugar concreto, y también podría ser Murcia, Extremadura, Ciudad Real …», sugiere. La define como una obra política, pero también una comedia sarcástica, «divertida, feroz, con tono cañero». «La obra pretende poner sobre el escenario ciertos modelos económicos y sociales que están muy criticados por la sociedad, que empieza a pedir el cambio político. Barcelona es un ejemplo de la sociedad civil tomando el poder: El tiene que venir a ver Ada Colau! «, Afirma divertido.
Según Álvaro-Nóvoa, el texto supone un gran reto para los actores: «Tiene un gran arco de interpretación, con muchos colores». El espectador descubre poco a poco quién es cada personaje, que deja ver la información en pequeñas dosis: «Para los espectadores, ver un combate entre dos actores de generaciones tan diferentes es muy interesante, yo la iría a ver sólo por eso!», comenta Balduz, que recuerda que el texto ganó el Premio SGAE de Teatro 2013, «pero ahora es aún más vigente, es muy visionaria».
Vídeo: Albert Ibáñez
Texto: Neus Riba