Roc Esquius ha creado una obra curiosa, futurista con las preocupaciones reales o imaginarias de todos pero muy actual. La presencia de seres con capacidades superiores a las nuestras ya se ha tratado anteriormente. En Forasters de Sergi Berbel, algunos personajes actúan como si tuvieran conocimiento o control sobre el destino de los demás. En E.R. también de Sergi Berbel, los límites entre lo humano y lo trascendente se difuminan, en Desig, de Benet y Jornet, hay una presencia misteriosa, casi sobrenatural que altera todo. Es un tema que nos preocupa y en esta obra, el control que ejercen unos supersapiens, unos seres superiores que leen las mentes de los sapiens, llega a hacer tambalear las estructuras más sólidas del estado.
Dirigida también por Sergi Belbel, con un reparto de lujo (Enric Cambray i Marta Torné) que interpretan distintos papeles moviéndose continua y ágilmente en diferentes niveles de la estructura metálica del gran escenario. Nos ha sorprendido Marta Torné, no habitual en la escena catalana con una muy buena actuación. Ya sabíamos de la versatilidad del Cambray y su gran cantidad de registros actorales. Ambos mantienen el interés durante toda la obra especialmente al principio y al final. La parte del medio decae un poco a pesar del esfuerzo de ambos intérpretes.
Es espectacular la utilización de las luces y el sonido que crea un ambiente inquietante en los momentos clave de la trama.
Lo sorprendente es el gran espacio con un aforo para 400 personas que se abrió hace poco más de una semana. Es un antiguo almacén arreglado para realizar esta obra con la idea de que pueda durar mucho tiempo al estilo de Sleep no more de Brodway o Starlight Express en Londres. El espacio les ha permitido que al final del espectáculo, el público pueda realizar un recorrido por detrás del escenario con un contenido de pensamiento en relación a la obra. Una gran sala en la entrada con un bar permite también tomar algo antes de entrar o a la salida del espectáculo. Tiene tantas posibilidades y tienen tantas ideas que dependerá más del público que de la productora.
Es un proyecto de Martí Font y Cristina Oliva, productores de Forty Entertainment con la ilusión de realizar esta obra en este espacio o las que vayan surgiendo o bien representarla de forma itinerante en otros espacios. Es un proyecto abierto. No es un teatro al uso puesto que de momento no tiene nombre. Por ahora es el Espai Súpersapiens. Ya se verá hacia dónde camina. Les deseamos toda la suerte que merecen.