Hace más de un año que vi Sé de un lugar. Yo la disfruté en el Teatre Romea, pero no me cabe la menor duda que, sea donde sea, este texto seguirá siendo una delicia. El secreto radica en sus personajes, una pareja que se hace querer desde el primer momento. Identificarse con lo que hacen y dicen es facilísimo. No emocionarse es imposible. Una de aquellas obras que volverías a ver una y otra vez…
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