Llega el verano en la ciudad: los pajaritos cantan, los niños se embadurnan con helados, rebaños de guiris invaden el espacio público, el calor más pegajoso posible impregna la piel de los barceloneses… Y Parking Shakespeare vuelve al parque. Después de siete ediciones, ya podemos decir que el proyecto se ha consolidado como un must del verano barcelonés. Así que no hace falta mencionar su labor de acercar el teatro a todos, de democratizar los clásicos. Tampoco es necesario recordar que es un teatro sin artificios, que preserva el ritual y hace partícipe tanto el público más fiel como los espectadores casuales, creándoles la sensación de formar parte de algo emocionante, divertido y común. Así que sólo diré: Id.
Id porque este año cuentan con un texto delicioso, que les queda como anillo al dedo y juegan con él tanto como quieren, azuzando también al público, que queda encantado de un Shakespeare tan poético y coloquial. Id, porque si ya es, por norma, un elenco de lujo, este año se lucen más que nunca, bajo la dirección de Llàtzer Garcia, que ha captado perfectamente la forma y requerimientos del escenario natural, adaptando el texto a las curvas, la arena y las hojas. Id, porque si bien los personajes de Al vostre gust encuentran en el bosque de Arden un pequeño paraíso, los barceloneses lo hemos encontrado en la Espiral de los Tilos.