Es una de las comedias más famosas y representadas de Eduardo De Filippo. Se hizo una película en 1962 dirigida por el propio Eduardo De Filippo y otra versión en 1977 en la que él mismo hacía de Luca. La Perla 29 la vuelve a poner en escena ahora después de haberla representado en otras dos temporadas (2010 y 2012). Por eso no ha habido muchas sorpresas.
Una Navidad en una familia italiana con todos los ingredientes de la tradición. Il presepe, nuestro pesebre, es el símbolo central de la obra. Muy arraigado a la tradición napolitana, representa la ilusión de la Navidad, el reencuentro de toda la familia. El protagonista, un Pep Cruz magnífico, obsesionado con hacer el pesebre aunque nadie comparte su entusiasmo, quiere mantener la armonía familiar por encima de todo aunque sea a costa de la infelicidad de algunos miembros. Él quiere la paz pero es incapaz de percibir los conflictos que van minando ese deseo.
La estructura familiar es típicamente mediterránea: una mamma protectora de todos los miembros de la familia hasta tolerar en casa a un hijo adulto inútil, un hermano del marido y los secretos de una hija. Ella lo sostiene todo sola incluso los secretos que pueden hacer daño. Y en este engaño, nadie se escucha, se genera incomunicación y malentendidos que llevados al extremo se convierte en una tragicomedia. La Mamma es Marissa Josa, espléndida en su papel de mujer que está en todo, todo lo arregla y todo lo tapa. Todos los demás intérpretes, Lluís Marquès, Ramon Vila, Joan Arqué, Jordi Coromina, Noël Olivé, Eduard Paredes y Màrcia Cisteró participan en este caos doméstico, realismo napolitano auténtico con griterío, entradas y salidas de escena y lanzamientos de platos por las cabezas.
La escenografía podría ser perfectamente un piso de una familia de clase media pero con ese tono exagerado italiano que se puede oír en las calles de Nápoles en las que se llaman por la ventana de un lado a otro.
Oriol Broggi, el director, tiene la gran habilidad de escoger la música más adecuada al lugar y al momento de tal forma que estamos en Napoli desde que se cierran las puertas del teatro.
