Con Mala broma, el siempre interesante Jordi Casanovas, hace un análisis, seguido de una declaración de principios, sobre cuáles son los mecanismos del humor, para qué sirve y cómo se puede hacer. Mala broma no habla tanto de los límites del humor (de qué se puede bromear) sino de su finalidad (cómo se hace esta broma y con qué objetivo).
El texto es en sí mismo una comedia negrísima que, a través de unos personajes que no pueden parar de hacerse bromas, explora los mecanismos y las consecuencias del humor (y de aquello que no lo es).
Una historia inteligente, con una buena puesta en escena y llena de giros inesperados, donde|dónde destaca la interpretación de Anna Sahun.