No es país para negras es la obra en la que descubrimos a Silvia Albert Sopale. Era un monólogo lleno de los tópicos que utilizamos sin darnos cuenta y que, en clave de humor, ponía en evidencia la discriminación a la que se ven sometidas las mujeres racializadas. Ella encuentra obstáculos por ser mujer, negra y actriz en un país donde a las mujeres, actrices y negras les cuesta hacerse un hueco.
Ahora, con Lötó, hemos descubierto un espacio en Sants llamado Periferia Cimarrones, un lugar acogedor, bonito y decorado con motivos africanos.
Utilizando una mezcla de disciplinas (texto, música, danza, objetos diversos como flores o una escultura de barro), Silvia Albert hace una crítica divertida, irónica y sarcástica sobre la necesidad de conseguir el ideal de belleza según los cánones establecidos por la sociedad actual, los peligros de someterse a intervenciones estéticas o la gordofobia.
Es una obra sorprendente, original y con finalidad divulgativa e informativa. Ella, acompañada de un actor con unas excelentes cualidades físicas e interpretativas, con una alegría pegadiza, su vitalidad desbordante y su físico exuberante que luce con orgullo, nos muestra dónde puede ser la felicidad sin esa preocupación constante por nuestro aspecto físico.
Salta, canta, baila, se pasea entre el público explicando detalles de su vida y, sin saber cómo, el público acaba de pie acompañándolos y compartiendo su manera de ver la vida.