He vuelto después de un par de años a Lo Tuyo y El Mío. Afortunadamente, todo sigue igual. Igual de fantástico. La muy original propuesta es una filigrana que encaja perfectamente en casi todo momento y es que explicar una historia de amor y desamor contando únicamente con fragmentos de canciones muy conocidas tiene mucho de artesanía. Puede parecer muy fácil y aquí está, también, su mérito.
La obra conecta enseguida y sin parar con el público, gracias en parte a apelar a la memoria musical colectiva, de Raphael a Shakira pasando por Paloma San Basilio, Sopa de Cabra, Olé Olé (lástima que no suene Camilo, puestos a pedir) y, también, con la inclusión de piezas recientes.
Ahora bien, sin grandes intérpretes todo quedaría sólo en identificar cada canción y poco más, cuando éstas son el medio para contar una historia. En esta ocasión disfruté de Xavi Duch (grande, como siempre), Karen Gutiérrez y el descubrimiento de Iván Herzog, quien dará que hablar. Los intérpretes nos llevan por momentos de comedia hilarante y situaciones tristes, con la dirección muy acertada de Joan Maria Segura (con algunos puntos en común con la soberbia You say Tomato).
En fin, una delicia que te lleva a formar parte del juego. Hay nostalgia, mucho humor, un poco de drama, selección musical excelente y mucha calidad. ¿Se puede pedir más?