No me gusta especialmente la magia. Me hace sentir un tonto al que engañan a la cara cuando sabía que pasaría. De El Mago Pop no conocía prácticamente más que el nombre y su fama mundial. La entrada no era barata, precisamente. Vaya, si no fuera por el compromiso emocional con quien me lo recomendó, no hubiera ido. Y no puedo más que recomendar la propuesta fervorosamente. A los 10 minutos estaba con la boca abierta y con la cabeza hacía «no, no, eso no es posible». Y al salir, (sólo 65 ‘, demasiado poco para cualquier espectáculo, más aún por uno de estos precios) sonreía, quería repetir y con ganas de más magia (tal vez una de las palabras más bonitas del diccionario).
Con una escenografía técnicamente espectacular, montaje (un poco demasiado) tecnológico, pero con espacio para números de proximidad, participación de «público» o «cómplices», a saber, música y luces a ratos excesivas, ritmo desigual pero con algún número impresionante , de caerme la mandíbula al suelo y emoción, ciertamente, a raudales. Se nota la dirección del Mag Lari. Su sentido de showman unido a las habilidades brutales de Antonio Díaz han logrado una fórmula de éxito absoluto. Un humor no del todo infantil, zascas que, curiosamente, hacen más cercana su figura, lejos de los distantes magos basados en efectos especiales. Quizás, cierto, hubiera sustituido parte de los mensajes positivistas (tienes que luchar para conseguir tus sueños, por imposibles que parezcan) por más magia.
Lo menos mejor: sucede a menudo en estas propuestas de fenómenos mediáticos: él se gusta un pelo demasiado y el público en modo fan se pasa de gritón.
Lo mejor: un número final que repetiría y repetiría y repetiría. Mi cerebro no paraba de decir que lo que mis ojos le transmitían no era de ninguna manera posible y sonreía, mientras aplaudía de pie.
En fin, un lujo de espectáculo de grandes dimensiones, donde ves en el escenario hasta el último euro de la entrada, muy bien elaborado, con un teatro lleno, en estos tiempos y un potente discurso sobre la magia como arte escénica .