Dolores despliega la acrobacia de mano a mano con una ingenuidad desarmante, convirtiendo el fracaso repetido en un motor creativo que revela tanto el ritual como el absurdo del arte. Con veinte años de trayectoria, la compañía My!Laika transforman los límites del cuerpo en catarsis escénica, jugando con reglas más absurdas que las del circo para mostrar la belleza de volver a intentar lo que parece imposible.