Soliloquios parte de la voluntad de ser un punto de encuentro entre el espacio museístico y la danza. Se trata de un proyecto ideado por el bailarín y coreógrafo Jon Maya en que se trabaja sobre una interpretación del aurresku, la danza tradicional vasca. Maya propone que cada bailarín haga una interpretación individual de esta danza ceremonial. Las tres miradas sobre el arte convergen en un mismo espacio acompañadas de la instalación sonora de Luis Miguel Cobo.
Soliloquios nació a raíz de una invitación de José Manuel Garrido, director artístico de artes escénicas y música del Museo Universidad de Navarra, para dialogar con la obra y los espacios expositivos de Chillida, Tàpies y Palazuelo.
El bailarín y coreógrafo Jon Maya, especialista en danza vasca, es fundador de la compañía Kukai Dantza. En este caso ha seguido el patrón coreográfico del gran maestro de la danza contemporánea en España, Cesc Gelabert, y se ha dejado acompañar por el coreógrafo y bailarín de flamenco Andrés Marín para desarrollar la relación entre la creación contemporánea y su raíz a través del movimiento.