Drum Invocation, un concierto a caballo del silencio y la escucha; del galope y el ritmo; del gesto y el estruendo. Una performance que intenta detener el tiempo, dejándolo en suspensión en el salto, justo antes de tocar el suelo.

Sinopsis

Una invocación a Ziska de Trochknow quien, antes de morir, ordenó a los soldados que su cuerpo fue despellejado para preparar un tambor cuyo ruido esparciera el terror entre los enemigos.

Paulina Chamorro sobre la pieza en Teatron, libre comunidad de artes vivas:

«Nilo Gallego instala en la escena un cuerpo medium formado por el tambor y él mismo, con el que vehicula vibraciones corporales y agitaciones rítmicas, formando melodías invisibles que activan nuestra imaginación sonora.

Todo lo que Nilo deja ver y oír realmente no está presente más que como una invocación, como un llamado a imaginar y producir nuestro propio sonido. Toda la performatividad se articula como un conjuro íntimo para hacer vibrar la piel de un animal, ese animal de color verde, instalado como un tótem en medio del escenario que, como objeto sagrado, parece estar dispuesto a romperse en relámpago.

El cuerpo de Nilo transfigura su corporalidad humana a la de un animal que aúlla sobre una superficie que se agita.

¿Quién hace sonar a quién en Drum Invocation?»

Duración:
Sinopsis

Una invocación a Ziska de Trochknow quien, antes de morir, ordenó a los soldados que su cuerpo fue despellejado para preparar un tambor cuyo ruido esparciera el terror entre los enemigos.

Paulina Chamorro sobre la pieza en Teatron, libre comunidad de artes vivas:

«Nilo Gallego instala en la escena un cuerpo medium formado por el tambor y él mismo, con el que vehicula vibraciones corporales y agitaciones rítmicas, formando melodías invisibles que activan nuestra imaginación sonora.

Todo lo que Nilo deja ver y oír realmente no está presente más que como una invocación, como un llamado a imaginar y producir nuestro propio sonido. Toda la performatividad se articula como un conjuro íntimo para hacer vibrar la piel de un animal, ese animal de color verde, instalado como un tótem en medio del escenario que, como objeto sagrado, parece estar dispuesto a romperse en relámpago.

El cuerpo de Nilo transfigura su corporalidad humana a la de un animal que aúlla sobre una superficie que se agita.

¿Quién hace sonar a quién en Drum Invocation?»

Ficha artística
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