C.O.S. pone el foco en los refugiados atrapados en Grecia. Una reflexión, mediante el lenguaje escénico y del movimiento, sobre el no ser dueños de nuestro propio destino. A menudo, ante desgracias como guerras o crisis de refugiados, utilizamos el cliché para decir que no hay palabras que puedan contar todo lo que está pasando.
Pues bien, este espectáculo nos plantea que, a falta de palabras, quizás podemos expresar estos sentimientos con el cuerpo.
Sinopsis
El proyecto C.O.S. se centra en la búsqueda de un lenguaje escénico en el que interactúe la realidad y la ficción de una situación, desgraciadamente, por todos conocida. La coreógrafa Verónica Cendoya, uno de los nombres más representativos de la danza del país, ha vivido la experiencia de los refugiados muy cerca mediante un trabajo de voluntariado en los campos Softext, Nea Kavala, Vasilika, Hotel Hara y Oreokastro de Tesalónica, en junio 2016, como parte de la Asociación de voluntarios independientes.
