Ballet de Lorraine: For Four Walls, Rain Forest i Sounddance

El centro nacional coreográfico Ballet de Lorraine, dirigido por Petter Jacobsson, trae al Mercat un programa de 3 piezas alrededor del coreógrafo norteamericano Merce Cunningham, que continúa siendo un referente para numerosas generaciones de creadores. Los trabajos que veremos son For four Walls, pieza con 24 bailarines y música de John Cage interpretada en directo; RainForest, con escenografía de Andy Warhol, 6 bailarines y 2 músicos en vivo, y Sounddance, con 10 bailarines.

FOR FOUR WALLS

La pieza original, Four Walls, era una creación con texto y coreografía de Merce Cunningham y una composición para piano solista de John Cage. Después de que se estrenara en 1944 con una única interpretación, la obra se perdió y cayó en el olvido. La estructura se basa en los contrastes: fuerte-suave, agudo-grave, etc., con una intensidad psicológica muy inusual en Cage. Esta pieza precedió lo que identificamos como la obra Cage/Cunningham. Aquí vemos su juventud, llena de introspección y de emociones en conflicto.

For Four Walls representa las ganas de viajar por el espacio, por el individuo y por la historia que compartimos. Los coreógrafos dicen: “No veamos For Four Walls como la recreación del original perdido, sino como una situación que tiene que permitir que se refleje su propia historia y nuestra historia con Merce Cunningham”.

SOUNDDANCE

Sounddance podría considerare fácilmente la pieza más apreciada de Merce Cunningham, tanto por parte del público como de la crítica. Cunningham creó esta obra, después de pasar nueve semanas en el Ballet de la Òpera de París, donde creó el espectáculo Un Jour ou Deux en 1973. De vuelta con sus bailarines, quiso concebir una obra totalmente opuesta a la uniformidad y al carácter unísono del ballet. Así pues, coreografió un «caos organizado» muy rápido y lle de vigor.Ç

RAINFOREST

El título RainForest proviene de los recuerdos de infancia de Merce Cunningham del noroeste del país y del bosque pluvial característico de la península Olímpica. Esta pieza se diferenciaba del resto de trabajos de Cunningham por el hecho de que, aparte de él, todos los otros bailarines (6) interpretaban su papel y después abandonaban el escenario para no volver más. Andy Warhol dio permiso a Cunningham para usar su instalación Silver Clouds, unos cojines de polietileno tereftalato hinchlados con  helio para que pudieran flotar con libertad por el aire.