CAÍN es una pieza «neotrash» de Nina Orsini protagonizada por el cuerpo, la palabra y el movimiento de un solo intérprete en escena. Es una bronca altiva sobre la frustración, la creación y el Redbull.
La creadora se levanta de los vestigios de trashèdia AP-7, una compañía de teatro formada entre el infierno y la autopista que busca tensar la estética de la escena para acercar el cuchillo afilado a la mirada del espectador.