Comando Señoras
Comando Señoras nace en el 2018 como resultado de un proceso de creación colectiva en el marco de la formación regular “Reconstruir la Ficción “, impartida por Alicia Reyero.
En esta formación, se analiza el papel de la mujer en la ficción y la relación existente entre las diferentes violencias que sufrimos las mujeres fruto de dicha representación.
Actualmente en el grupo forman parte mujeres de diferentes edades y ciclos vitales, desde 20 hasta los 55 años. Mujeres embarazadas, con bebés lactantes, en plena menopausia o en cualquiera que sea su circunstancia vital.
Durante el proceso nos dimos cuenta de que en la mayoría de los casos no nos sentíamos representadas en los roles femeninos.
Estamos acostumbradas a consumir ficciones donde las historias las crean los hombres y por lo tanto giran en torno a sus intereses, donde las mujeres acostumbran a estar absolutamente sexualizadas y en raras ocasiones los personajes principales pasan de los 30 años. Donde se niegan o se ridiculizan los diferentes ciclos vitales de la mujer (menstruación, embarazo, menopausia, infertilidad…).
En el caso de mujeres racializadas y mujeres trans, la violencia en cómo son representadas (o directamente, invisibilizadas) es aún mayor.
Tras analizar nuestras necesidades reales a través del juego y como consecuencia de diversos análisis de escenas así como de investigación, llegamos a un artículo donde planteaban la pregunta “¿dónde están las señoras?”. Efectivamente, ¿dónde están?. ¿Por qué a las señoras que nos cuidan, que nos han dado la vida, que sostienen la mitad de la economía, que tienen todo tipo de remedios y soluciones para todo, se les ha estigmatizado de esta manera?
Las señoras parecen ser un objeto de chiste. Están absolutamente invisibilizadas y sus funciones quedan a la sombra en un mundo que busca continuamente productividad y eficiencia, en un mundo capitalista diseñado por y para hombres.
Decidimos entonces crear una ficción mediante la cual trabajar activamente en reconstruir el imaginario colectivo.
Convertir a estas señoras en súper heroínas, dando valor a sus acciones y atributos y mostrando una cara de ellas hasta ahora desconocida.
En la ficción siempre se nos ha mostrado enfrentadas, en cambio este comando está siempre unido. Damos especial atención a los cuidados, nuestros cuerpos son armas de construcción masiva, abrazamos cada uno de nuestros cambios hormonales, nos entrenamos en autodefensa feminista porque estamos hartas de que la sociedad nos vea como víctimas, nos divertimos y fortalecemos el suelo pélvico con clases de twerk…
Es nuestra manera de mantenernos en la lucha. Una lucha creativa que durará mientras dure la guerra a la que nos enfrentamos cada día. Mientras nos sigan violando, matando y ninguneando.
