Un estudio de 2017 comprobó que cuando se mira una obra de teatro, la gente del público tiene los latidos sincronizados. El espacio del teatro nos conforma como superorganismo en forma de individuos singulares e imprescindibles que, por debajo de la superficie, estamos conectados.
El plural de árbol es nosotros es una aproximación en forma de ensayo escénico que intenta explorar qué quiere decir “nosotros” y de qué está hecho este vínculo que nos une, con el sonido como hipótesis. Su objetivo no es otro que extender esta pregunta hacia la idea de vínculo mientras pone en cuestión los propios mecanismo de la teatralidad.