Bajo la apariencia de dulce e inocente comedia clásica de enredos, a Les Noces de Fígaro se esconde un texto lleno de filosofía vital, crítica social y reivindicaciones feministas que el esta vez director Lluís Homar no pasa por alto. Para el montaje que celebra los 40 años del Lliure, Homar utiliza una minimalista pero efectiva puesta en escena y un reparto fantástico. Especialmente destacables están Mar Ulldemolins y Marcel Borràs, que muestran su parte más jovial, alegre y juguetona. Estas características no impiden que las tres horas de representación sean reducibles ni que el final musical, que de entrada parece la mejor manera de terminar el espectáculo, tenga ciertas deficiencias en las voces y la coreografía. Unos últimos 5 minutos mejorables que no eliminan la calidad general del montaje y del equipo que lo confecciona.
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