Un magnífico trabajo interpretativo

El llarg dinar de Nadal

El llarg dinar de Nadal
24/11/2014

El llarg dinar de Nadal es una obra de teatro escrita por Thomton Wilder en 1931 y que la cía. La Ruta 40 ha estrenado en el Círcol Maldà. Con un reparto de siete actores hemos revivido la comida de Navidad de la familia Bayard durante noventa años. Una obra que nos habla del paso del tiempo, de la vida, de la muerte y de la familia. Una comida de Navidad, donde se hacen comentarios repetitivos y se recuerda a aquellos que ya no están.

La obra comienza con la primera comida de Navidad de los Bayard en la casa nueva que se acaban de comprar. Nos encontramos en el comedor de la casa, donde dos criadas irán parando la larga mesa; lo hacen de una manera pausada y delicada, señalándola como elemento importante de la obra; es el lugar donde transcurrirá toda la acción. El joven matrimonio Bayard celebra su primer comida de Navidad en la casa nueva, la abuela en silla de ruedas se sienta junto a su nuera. «Qué buena pinta que hace el pavo, hum …, y qué bien huele», «Esta mañana, incluso la más pequeña rama está cubierta de nieve, es increíble!», «Qué bonito ha sido el sermón, incluso me ha hecho llorar, a mi madre también le gustaba y la hacía llorar «, estas son algunas de las frases que se irán repitiendo año tras año, generación tras generación por parte de los personajes de este El llarg dinar de Nadal. Al cabo de un rato nos a damos cuenta que estamos en la siguiente comida de Navidad; la abuela ya no está, la joven ya es madre, nace una criatura, muere el hijo, … y así año tras año hasta el final de la obra donde la casa se ha hecho vieja y ya no queda nadie; el último heredero de los Ballard se ha casado y ha comprado una nueva casa donde celebrará su primera comida de Navidad, acompañado de su madre, ya vieja y en silla de ruedas.

Con una magnífica dirección de Alberto Díaz, esta puesta en escena donde los mismos personajes (cuatro generaciones de la misma familia) envejecen ante nuestros ojos, y se van incorporando y desapareciendo a la comida durante noventa años (en tan sólo una hora), es sensacional. En cuanto a la interpretación, todos los actores están increíbles!!. Unas interpretaciones muy bien trabajadas, donde el público puede apreciar el paso del tiempo gracias a sus expresiones de la cara, el tono de voz y el movimiento. Un trabajo de interpretación para quitarse el sombrero.

Yo de vosotros no me la perdería!!!

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